Eso es lo que tenemos en la asociación tras el paso de Enrique Villareal “El drogas” por nuestro centro. Fueron 3 horas de compartir experiencias como cuidador que fue junto al resto de su familia, de su madre enferma de Alzheimer. Descubrimos a una persona humana, cercana, con las mismas inquietudes, incertidumbre y angustias que sufren las personas que cuidan de otra con demencia. Nos desveló las situaciones vividas que le inspiraron a la hora de componer varios de sus temas del disco Alzheimer y nos regaló el placer de escuchar collar abandonado y cordones de mimbre. Por nuestra parte recibió un cuadro pintado por una usuaria del centro que representa un pañuelo, cuya parte colgante simula un ala con cordones de mimbre, tal como dice la letra de su canción, el momento de entregárselo y leer la dedicatoria fue un momento único, donde la emoción era inevitable que no se desbordase.

Se interesó por el centro, por nuestra trayectoria, nuestra forma de trabajar y reconoció que no había visto algo así, alabó la labor  de los profesionales que ayudan a los usuarios y el apoyo que brindamos a las familias. Vino acompañado de su pareja Mamen, quien vivió muy de cerca el proceso de la enfermedad y que como cuidadora también compartió con nosotros, un montón de anécdotas a la que la enfermedad le enfrentó.

Gracias por una mañana inolvidable, por la dedicatoria durante el concierto de la noche, por tu música y  tus letras, con ellas nos ayudas a hacer visibles a los que poco a poco se vuelven invisibles, apoyando así a sus familias y las asociaciones que luchamos para que siempre sigan presentes. 

Con el corazón en la mano como marca nuestro logo, te decimos GRACIAS.