Diego y Amaya nos han hecho emocionarnos con sus voces. Muchas gracias.
En nuestra Asociación para la Demencia de Alzheimer, siempre buscamos maneras de fomentar la conexión, la alegría y el bienestar de nuestros miembros. Recientemente, organizamos una actividad muy especial: una sesión de canto de jotas, una tradición musical que no solo es parte de nuestra cultura, sino que también tiene un impacto positivo en la salud emocional y cognitiva de nuestros participantes.
La jota, con su ritmo alegre y melodías pegadizas, es más que una simple canción; es una expresión de nuestra identidad y un vehículo para la memoria. Durante la actividad, los asistentes se unieron en un ambiente cálido y acogedor, donde las risas y las sonrisas se entrelazaron con las notas musicales. Cantar juntos no solo les permitió revivir recuerdos de tiempos pasados, sino que también fomentó la socialización y el sentido de comunidad.
La música tiene un poder especial, especialmente en el contexto de la demencia. Estudios han demostrado que el canto puede ayudar a estimular áreas del cerebro relacionadas con la memoria y las emociones. Al cantar jotas, nuestros participantes no solo ejercitaron su memoria, sino que también experimentaron una sensación de logro y felicidad. Ver sus rostros iluminados mientras entonaban las letras fue un recordatorio conmovedor de la importancia de mantener vivas nuestras tradiciones.
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